Ella

Hoy me he atrevido a escribirle a Ella..

mi fiel amiga, acompañante de dolores, dueña de fantasías, vocera de ilusiones.. Ella que siempre grita lo que quiero decir sin tener que utilizar palabras, Ella que con tan sólo una caricia, me hace vivir un simulacro de poesía. Sí, esa misma la que me acompaña día a día, la que cura mi dolor, la que borra mis lágrimas.

Mi amante, la que sin yo tener que decir nada, me espera recostada en mi cama.
Mi amiga, la que sin ser consolador, me consuela sin tener que demostrar mi dolor.
Mi acompañante, la que camina junto conmigo, aunque hallan miles de piedras en el camino.
Mi psicóloga, la que sin tener que pagar consulta, me da la terapia completa.

Ella, que con sus curvas me enamora, y con sus cuerdas me droga.
Ella, que permite que mis manos dibujen un mundo en las nubes.
Ella, capaz de hacer que mis dedos bailen al son de cada uno de las cuerdas de su cuerpo.
Ella, capaz de contar una historia en sólo 4 segundos.

Ella, apasionante, sensual, rebelde, rockera, bachatera, merenguera, rumbera... pero jamas deja de ser ELLA, la de cuerpo perfecto, y silueta sin igual... La única capaz de hacer que yo sienta amor, ilusión, dolor o decepción en tan sólo una canción.

Ella que me permite hacerle el amor, aunque no tenga ganas.
Ella que me inspira a que le escriba todo un mundo de letras detrás de su espalda.
Ella es como un poeta que todas sus poesías narra.
Ella NO es una mujer, es una GUITARRA.

Morocha, rubia o colorada a veces con la boca ovalada, otras veces con la boca tapada, pero siempre ahí,
para que la toque con calma, con ira o con rabia, pero..... que la toque. La única que sin miedo alguno,
hace canciones bajo la luna llena, en una fogata o en la arena, la única que al llorar pone ritmo a la
tristeza, la que con la felicidad, baila sin tener piernas, la que grita letras que llegan a doler más que
cualquier golpe en la cabeza.

Hoy me disidí a escribirle a ella, porque siempre esta conmigo y me dice tanto sin poder decir nada.
Hoy le escribo a mi GUITARRA, porque gracias a ella, me desahogo sin miedo a que juzguen mis sentimientos...